sábado, 18 de octubre de 2008

Aullidos

Mientras volvía,
todavía muy a lo lejos,
me llego el sonido de un frío y agudo lamento,
se clavo en mi alma,
no cesaba,
me causó dolor escuchar.

Era negro-fuego,
tu fiel y enamorado compañero,
que en tu ausencia,
no cesará jamas de llorar.

Y cada vez que vuelva la luna,
te añorará,
te recordará,
te cantará ...


Dice negro-fuego, que mereció la pena recorrer tan bello caminar junto a ella, aun pagando luego el precio de la tristeza por su ausencia.

En muchos momentos la recordará, en otros la añorará y siempre en una parte de su corazón, la amará.

1 comentario:

Patricia Ibarra dijo...

Como duele, como se siente tristeza en el alma cuando hay soledad... cuando alguien se nos fué y no volverá jamas.
En la vida nos pasamos huyendo de la soledad, y si te das cuenta mucho de lo q hacemos, lo hacemos huyendo de ella.
Bueno creo q este poema me trajo recuerdos tristes...
Me despido
cuidate!!
bye