Mi ejemplo a seguir

Ella nos crió sola,

enviudó a muy temprana edad,

estaba muy sola,

tampoco tenia a sus papas.

Algunas veces,

a escondidas,

se iba a llorar,

corría a sus brazos,

solo quería consolarla,

para que no sufriera mas.

Creamos una unión muy fuerte,

muy bonita, muy especial.

En los años que siguieron,

no la ví llorar mas,

continuo caminando,

nunca dejó de luchar,

con una fuerza interior que no he visto nunca en nadie mas.

A cada pasó me entregó su vida,

su amor,

su cariño,

su ternura,

su conocimiento,

su ayuda,

su amistad,

siempre desde la incondicionalidad,

sin pedirme nada a cambio,

desde la libertad.

Un día se puso muy malita,

los médicos nos dijeron que tenia tres meses de vida,

como mucho un año,

nada mas,

recé cada noche,

recé todos los días,

le pedí a Dios que nos diera un tiempo mas,

y así fue,

con la ayuda de Dios, de sus médicos y de su gran fuerza y voluntad,

vivió unos años mas.

Pude cuidarla con todas mis fuerzas,

desde mi libertad,

y viví cada minuto con sus correspondientes segundos con total intensidad
me decía que parecía su mamá,

me llenó de orgullo poder hacerlo,

me llenó de felicidad ...

Ella nunca dejó de luchar,

lo mas bello que tuve en este mundo, mi mama.

Y es increíble porque aun sin estar,

cada día que pasa la voy queriendo mas.